UN FINAL QUE CASI NOS DEJA CONGELADOS
Escrito por Carlos González
RICOPIA FUNBAL CBJA 36-31 DISTRITO OLÍMPICO
La mañana era fría, muy fría, la clásica de quedarse en casa con la manta y el caldo. Pero allí estaban los chicos, frotándose las manos para entrar en calor antes del calentamiento.
Decía Jerry West, uno de los mejores jugadores de la historia (la figura del logo de la NBA es su silueta), que “no puedes conseguir mucho en la vida si solo trabajas los días en que te sientes bien”. Tocaba vencer al frío y al rival…y se consiguió. Triunfo 36-31 ante Distrito Olímpico, una diferencia de 5 puntos ante el mismo equipo al que, en su campo, se había ganado por 30.
Es obvio que el Tornado no brilló como suele pero estas son buenas oportunidades para aprender y mejorar. Porque, más allá de ganar o perder, lo importante es ver a los chicos disfrutar y, esta vez, no disfrutaron demasiado. El frío pareció contagiar al Juande. Los chicos empezaron con muchos errores en los pases y dificultad para hacer buenos ataques, lo que se reflejó en parciales algo exiguos (6-4, 7-2) pero que fueron sumando esas pequeñas diferencias hasta llegar a una máxima de 15 en el último sexto. El equipo lo intentaba (no hubo desinterés) y llegó a tener una jugada de siete oportunidades tras rebote ofensivo sin canasta, lo que evidencia que no fue por falta de voluntad sino, más bien, por ausencia de acierto en la fase de ataque (dejar a un rival de un nivel óptimo como Distrito Olímpico en 31 puntos es alentador y refleja buen nivel defensivo).
El partido se intuía resuelto con esa diferencia de 15 puntos pero, en los últimos minutos, un parcial de 10-0 en contra (con dos triples incluidos) apretó el marcador hasta dejar una sensación última de victoria baja en calorías. El frío del comienzo casi acaba por dejarnos congelados al final. El rival apretó mucho en defensa y los nuestros no están acostumbrados en esta fase inicial a un nivel de competencia tan fuerte. Por eso, hubo momentos de cierta frustración de nuestros chicos, por momentos superados ante una disputa desconocida desde la fase final de la pasada temporada. Este tipo de experiencias siempre acaban siendo productivas y pueden servir al equipo para crecer si se canalizan de la forma adecuada.
Y para eso están Nacho y Sergi, trabajando en cada entrenamiento para fortalecer al grupo. Los chicos están desarrollando entre semana nuevas acciones, nuevos movimientos, situaciones que luego deben trasladarse a los partidos y que todavía no han logrado traducir de forma óptima en la competición. Pero el trabajo es el sustrato, siempre está debajo de todo esperando encontrar la veta para emerger.
Ellos están asimilando, empapándose, interiorizando nuevos conceptos. Deben ser conscientes de la importancia de cada sesión y de cómo su esfuerzo se acabará reflejando en la cancha. Y todo sin perder la capacidad de diversión, el objetivo principal de disfrutar de su deporte. No podemos adivinar el momento, el partido en que van a empezar a sacar todo lo que están aprendiendo, pero va a pasar.
Y allí estaremos nosotros para verlo. Lo más importante no es ir deprisa, lo realmente importante es no detenerse.