21Noviembre

PICANDO PIEDRA

Escrito por Carlos Gonzalez

DISTRÍTO OLÍMPICO 32-62 RICOPIA FUNBAL CBJA

Pronto, en cuanto pisamos la pista azul del pabellón, nuestra mente se trasladó a lo vivido el año pasado, cuando llegamos al partido ante el Distrito Olímpico invulnerables y nuestros chicos descubrieron, por vez primera, que también tenían que aprender a sufrir para ganar.  

El antecedente nos permitía prever que esta vez no sería distinto. Y no nos equivocamos. El marcador, 32-62, invita a pensar lo contrario. Y eso también evidencia el alto nivel del Tornado morado: una victoria por treinta puntos no permite recrearse cuando Nacho y Sergi anotan en rojo aspectos a mejorar.  

De hecho, los primeros sextos fueron equilibrados e incluso el Distrito se impuso en el cuarto parcial gracias a una buena lectura de los saques de fondo, generando canastas fáciles con pequeños bloqueos que permitían llegar a su mejor jugador libre hasta el aro.

Es complicado que nuestros chicos puedan leer correctamente ese tipo de defensas por sí solos y será uno de los puntos a trabajar para la siguiente fase, cuando el rendimiento general de los rivales aumenta exponencialmente. Que la exigencia obliga a poner el foco en los apartados a mejorar, es obvio; que el Juande muestra una línea óptima con un punto de partida superior al del pasado año, también. Los chicos supieron trabajar con intensidad atrás en muchos momentos, especialmente secando a Pablo, su jugador clave, y fueron capaces de entender que el mejor camino para encontrar la canasta llegaba mediante pases fáciles y entradas.

Tanto fue así que, acostumbrados a ser potentes en el tiro exterior, no necesitamos del triple para anotar 62 puntos, lo que habla muy bien de la capacidad anotadora del equipo. Por eso, porque el equipo anota gracias al talento individual y, cada vez más, a la asociación, es fundamental que la intensidad defensiva seas la necesaria para subir un peldaño definitivo.

 Y, con lagunas, el equipo está dando síntomas positivos que tardaron mucho en verse en el pasado campeonato. Ese proceso evolutivo complementa el tremendo carácter combativo de todo el equipo, que permite que unos quintetos minen la energía del rival para que otros aprovechen ese desgaste y dinamiten el choque. La unidad, el equilibrio, la competitividad grupal.

El rodillo. Yael y Hugo, tras ganar su partido con 2010, redoblaron esfuerzos para jugar con los mayores y, al igual que el resto, pelearon una victoria que no fue sencilla. Había que picar piedra y los chicos lo hicieron.

Posted in Benjamin 2009 Masculino