Las guerreras les plantaron cara y buen juego a las chicas de Uros.

Después de un par de jornadas tranquilas y sin sobresaltos frente a Corazonistas (53-2) y Patrocinio San José (55-9) llegó la jornada del tan temido UROS de Rivas en su casa.

Teníamos la oportunidad de acercarnos al líder, y de hecho la tuvimos, y las guerreras les plantaron cara y buen juego a las chicas de Uros.

Durante la primera parte pudimos saborear el dulce bocado de la victoria. Las guerreras adelantaban a las de Rivas por 24 a 11.Las nuestras defendían con garra y atacaban con decisión. A las guerreras les entraba todo y las de Rivas no lograban frenar la avalancha complutense. La grada local estaba en silencio, no daban crédito a lo que estaban viendo en la cancha.

Con mucha ilusión y expectación daba comienzo la segunda mitad del encuentro. Sin embargo algo había ocurrido durante el descanso, y el sueño de la victoria empezó a esfumarse. El marcador había empezado a dar la vuelta, y nuestros corazones también estaban dando tumbos. La grada local pasó del silencio al griterío. Ni en la mesa se enteraban de lo que estaban apuntando. Hubo mucho revuelo, varias jugadas de nervios y exaltación de los locales que apuraban al árbitro para que pitara faltas, pasos y dobles a las nuestras que sólo querían jugar baloncesto.

Cuando las cosas están de no salir bien, al final no salen y UROS obtuvo un parcial de 27 a 0. Mientras, desde la grada, íbamos viendo desfilar a las guerreras expulsadas con 5 faltas personales ante el alboroto local. Yo no he visto mucho basket de ésta categoría pero, ¿no es un poco excesivo señalar 50 faltas?

Finalmente el partido acabó ganándolo UROS 46-29. Las guerreras salieron optimistas y contentas, como siempre, porque ellas lo dan todo en cada partido. Pero entre nosotros quedó un halo de impotencia y decepción por lo vivido la tarde del viernes en el Pabellón los Almendros de Rivas.

Guerreras, seguid luchando, aprendiendo y disfrutando. Ese es el camino.