El debut se convirtió en un momento especial
Escrito por Carlos González
RICOPIA FUNBAL CBJA 66-18 SEVERO TORREJÓN
Las ganas de debutar, las especiales circunstancias de las últimas semanas, los entrenamientos en ocasiones bajo mínimos por las lesiones, las incorporaciones que se bajaron del tren en marcha…Generalmente nada sale como está escrito y en eso se alimenta la motivación: los caminos más cortos son los que menos te permiten aprender. No hace tanto despedimos la temporada disfrutando del día del Mini. No hace tanto…y los chicos lo han sentido como un abismo porque tienen basket en el ADN y las ganas de jugar como motor.
Por eso el debut se convirtió en un momento especial. Fue día de bienvenida al que aterriza. Dani siempre tuvo claro que quería estar en este equipo y ya es uno más del Tornado morado. Una lesión ha retrasado su estreno pero sólo es eso, un retraso. Otra lesión ha dejado fuera en los primeros partidos a Carlos, nuestra torre que, curiosamente, se ha erosionado por la base. Todos miramos hacia su talón esperando que pronto esté batallando de nuevo bajo el aro.
También fue el primer partido oficial con los nuevos entrenadores. Nacho y Sergi han tomado las riendas de este proyecto y serán los encargados de dirigir a los chicos de la mejor forma, asentando ideas de juego y ayudándoles a desarrollarse como personas. Vuestra suerte será la nuestra. Llegó por fin el sábado del primer balón al aire. El rival, el Severo, un equipo competitivo con algún jugador de buen bote e iniciativa individual. Nosotros, con las dos ausencias, necesitados de ayuda de los más pequeños. Y allí estuvieron para jugar junto al núcleo del pasado año.
Y lo hicieron con el desparpajo de quien sabe que lo va a hacer bien esté quien esté a su lado. Agradecimiento a ellos. El Juande se apuntó su primera victoria (66-18) en una fase de grupos inicial que, por la experiencia del pasado año, ofrece menos intensidad competitiva que las siguientes rondas y que debe aprovecharse para mejorar automatismos y plasmar en el parqué lo que Sergi y Nacho les transmiten en los entrenamientos. Empezó el equipo con algo de normal precipitación, algo atropellados por una ligera sobreexcitación por el debut. El parcial del primer sexto, 8-3, refleja ese nerviosismo inicial. Pero el equipo se sacudió la tensión a partir del segundo periodo, con una defensa más viva y mayor fluidez en el ataque. Ese segundo parcial (12-0) permitió iniciar el despegue.
Como ya sucediera el pasado año, la profundidad del equipo permite que el rodillo termine aplastando a las segundas unidades rivales. Con una temporada a las espaldas, el equipo demuestra capacidades ya interiorizadas como una circulación de la bola más eficiente y una mayor concentración defensiva general. Pero más allá de conclusiones tempranas, la única cuestión importante es que el Tornado morado está de vuelta. ¡Allá vamos!