BUENAS SENSACIONES
Escrito por Carlos Gonzalez
Para empezar, muchas incógnitas. Varias semanas sin competir, primer partido de la segunda fase (donde el nivel de exigencia aumenta exponencialmente,) desconocimiento absoluto del rival, Dani tocado del tobillo durante la semana previa… Era complicado prever el rendimiento del Tornado Morado en el regreso a las canchas y la conclusión final es más que alentadora: el equipo dejó muy buenas sensaciones y cerró el marcador ante Estudiantes 77-27 en un partido jugado de menos a más y, quizás, siendo el primero en el que se vislumbra más claramente la traslación de lo que se está entrenando al partido.
Notó el Juande la ausencia competitiva y le costó arrancar, permitiendo a Estudiantes tomar una ventaja de 6 puntos que consiguió reducir a 2 en el cierre del primer sexto. Resultó vital reaccionar en el siguiente, mejorando en defensa (el equipo tiene un potencial ofensivo importante y la diferencia con los rivales acabará marcándola la concentración defensiva) y con mayor fluidez en ataque que incluyó un parcial de 10-0 hasta una diferencia de 10 puntos arriba en la conclusión del segundo sexto. La actuación en ese segundo periodo permitió al equipo meterse en el partido antes de que la situación pasara a mayores y dañara la confianza del Juande, que empezó a despegar a partir de la segunda mitad.
Charla de los entrenadores en el vestuario. Había que ser claro con los chicos para que supieran reaccionar. Estamos entrando en la fase definitiva de la temporada, la entidad de los equipos a los que nos vamos a enfrentar es superior a la práctica mayoría del primer grupo y los errores se van a producir (como es normal) pero hay que evitar que sean continuados porque se van a penalizar cada vez más.
La segunda mitad invita al optimismo. Los chicos salieron más concentrados y comenzaron a pasar el rodillo morado hasta marcharse definitivamente en el marcador, combinando bien en ataque y cerrando mejor el rebote defensivo (fundamental). Y con los depósitos llenos de confianza, comenzaron a verse acciones de laboratorio, jugadas que reflejan que lo que se trabaja en los entrenamientos empieza a calar. Un par de cortes de Manu bien vistos por Novak, saques de fondo con dos de los chicos en cancha contraria para generar más espacio a los receptores, conducción por el carril central con pase final a un tirador abierto en línea de fondo… Empieza a aparecer la comunicación en la cancha y, si se avanza en ese terreno, el equipo va a evolucionar a pasos agigantados.
Popovich (considerado por muchos el mejor entrenador de la historia) dijo una vez a sus jugadores que, ya que él no tiene 14 tiempos muertos para corregir, son ellos los que tienen que comunicarse constantemente, hablar de lo que está pasando en la cancha. No les podemos pedir ese tipo de responsabilidad a estas edades, pero todo lo que avancen en la comunicación entre ellos (tanto de palabra como en la conexión en las líneas de pase o de ayudas defensivas) va a hacer mejor al equipo. Y si ya estamos bien, imaginad cuando estemos mejor…