Algunos detalles para el optimismo
Escrito por Eugenio Diaz
Padre nuestro, dime dónde estoy
Escucha mi lamento
El día ya llegó
Quién hizo todo esto
Qué es lo que hay después
Tengo miedo
No me dejes caer
Qué pasará cuando se pare el "balón"
Dónde estarás cuando se apague el "balón"
Ahora y en la hora en la que siento que ha llegado mi hora
Ahora y en la hora en la que siento que ha llegado mi hora
Lo reconozco: el "efecto halo" , ese que te lleva a pensar o hacer cosas que has visto o escuchado últimamente, me ha ganado. Este rockata que os presento de Carlos Tarque es de lo último que estoy escuchando, y es que casi clava lo que veníamos sintiendo desde hace un tiempo. Por lo menos los padres, que estábamos más nerviosos que Espinete en una tienda de globos, llegábamos con hormiguillas en el estómago. Menos mal que las niñas cada vez pasan más de nosotros, porque no estaba el barro para ciertos muñecos, y 10 minutos antes del partido no éramos los más fiables para esto de tranquilizar.
Pero comenzó el rock&roll y allí estuvo nuestra #bandadelpatioCBJA en Rivas, con un viaje dubitativo cambiado en el último momento. Allí vimos a viejos amigos y nos enfrentábamos a Rivas B, y todos teníamos muchas dudas. Creo que eso de "en esta fase todo va a ir mucho mejor", "va a ser más fácil"...no nos lo creíamos mucho. La trayectoria del equipo en la liga Oro, el amistoso de esta semana contra Alcobendas y algún otro detalle, por lo menos al Community-cagoncete le hacía ir con un poco de recelo (el espíritu looser-colchonero a veces juega malas pasadas y siempre está presente).
Pero oye, el partido estuvo bien. Fue muy entretenido y se vieron algunos detalles para el optimismo...aunque otros para seguir pensando que hay temas que trabajar. Por ejemplo, el equipo se mantuvo bastante estable, sin esos bajonazos tan significativos que aparecieron en muchos partidos de la primera fase. Por el contrario, demostramos que los Warriors o los Rockets no somos. Aunque algún triple cayó, el trauma que va siendo tirar tiros libres, empieza a condicionar a alguna de las nuestras. Así que no queda otra. No hay más secretos. Tirar, tirar...tirar.
Uno quiere pensar que con algún tiro libre más y pequeñitos detalles el partido se habría sacado más solventemente. Pero bueno, lo importante era empezar ganando, y se consiguió. Y así, partido a partido (¿dónde habré escuchado esto?).
Y ahora a esperar a San Agustín en casa. Bueno, lo bueno de no conocerle es que vas sin miedo... O sí...¡¡o yo qué sé!!
Y por último, a la abuela la tengo yo un poco deslocalizada y anda un poco fría con el baloncesto de la niña. A mi me libera, pero reconozco que pierdo un poco de vida sin esas cosas. Bueno, ahora ya está con la otra abuela y ya tienen conversación para presumir de nieta: "Hay que ver mujer, ¿se ha fijado qué alta y qué guapa está la niña?". O de la vida misma: "Virgendelamorhermosoadondevamosaparar, dónde irán estos muchachos tan pronto, con el frío que hace". Y ahí, sólo ahí, es cuando la mía remata a puerta vacía: "Eso es cosa del padre, qué no sabe ni lo que quiere de los niños". Y de repente...¡me hizo tan feliz!!. Está de vuelta.
Chimpún
