Una derrota luchada sabe a menos derrota
Escrito por M.ª José Domínguez
FASE 2 - GRUPO 2 - 4.ª JORNADA - 25/02/18
RICOPIA FUNBAL ALCALÁ CBJA -41- ALCORCÓN BASKET -53-
¡Que largo se hace el fin de semana cuando estás esperando a que llegue el Domingo para jugar un partido como este! Hoy jugábamos en nuestro campo contra el Alcorcón.
Serafín llevaba toda la semana preparando al equipo para que sacaran sus ‘garras de Leones’ y demostraran lo que son capaces de hacer; y la afición íbamos con ganas de darlo todo y animar a nuestro equipo hasta el final. Sonaba el inicio del partido y los dos equipos empezaban con fuerza.
Comenzamos estrenando el marcador, pero un triple al poco tiempo, por parte de Alcorcón, nos dejaba momentáneamente por debajo. Los chicos corrían de un lado al otro de la pista y cuando parecía que íbamos a empezar a separarnos en el marcador el Alcorcón nos metía un triple que lo igualaba. Se notaba la expectación y tensión en la grada, los dos bandos teníamos el corazón en un puño. Comenzaba el segundo tiempo y todo seguía muy igualado. Los dos equipos estaban sudando la camiseta, pero aunque por poco, hasta ahora estábamos consiguiendo mantenernos por delante en el marcador.
En el tercer y cuarto tiempo conseguíamos separarnos un poco más del Alcorcón terminando el cuarto tiempo con una diferencia de 8 puntos a nuestro favor. A estas alturas, ya sólo estábamos deseando que el partido terminara y así poder ir a celebrar el resultado. Pero, ¡que verdad es esa de que no se puede dar nada por ganado hasta el final!.
Empezaba el quinto tiempo y el Alcorcón comenzaba encestando. Esa canasta fue el punto y aparte del partido. Un triple, después otra canasta de dos, otro triple más,… así hasta 17 puntos que conseguía meter el Alcorcón bajo la mirada atónita del equipo y la grada. ¡Ahora si que iba a ser difícil remontar!.
Estábamos ya en el último tiempo y el equipo continuaba en shock. Un triple de uno de nuestros chicos parecía que les hacía despertar de la pesadilla y volvían a luchar por dar la vuelta al marcador, pero ya no había tiempo, el árbitro pitaba final de partido y el marcador tenía un 41-53.
Lágrimas, caras de asombro, de tristeza, bocas de las que no salían palabras y palabras que no conseguían consolar al equipo. Los chicos estaban destrozados, habían puesto muchas ilusiones en este partido y todo había cambiado en un único tiempo. Nos queda el consuelo de que una derrota luchada sabe a menos derrota
¡Animo chicos la vuelta será diferente!! Mostrar más
