A OCTAVOS POR LA PUERTA GRANDE

FASE 2 - GRUPO 4 - 10.ª JORNADA - 21/04/18
PINTOBASKET DARILOS PIZZA - 49 - RICOPIA FUNBAL ALCALA CBJA -49

FASE 2 - GRUPO 4 - 8.ª JORNADA - 22/04/18
PATROCINIO SAN JOSE VERDE- 24 - RICOPIA FUNBAL ALCALA CBJA -47

El fin de semana prometía vértigo y poco le faltó para que, en algún momento, cayese alguna Biodramina.  Doble enfrentamiento a domicilio ante los dos grandes rivales.

El primer puesto en juego. Clasificar a octavos mandando en el grupo o con buen sabor pero poca recompensa.  Los chicos afrontaban el fin de semana más exigente vivido hasta el momento…y cumplieron por todo lo alto. Un empate en Pinto con sabor a victoria y un triunfo fantástico ante Patrocinio nos dieron el liderato de un grupo muy duro y, lo más importante, refuerzan un estado de ánimo que se acerca bastante al júbilo. Pero la pelota sigue girando. Queda mucho.

El sábado tocaba jugar en Pinto, el encuentro decisivo que permitiría aspirar o no al primer puesto. Se esperaba máxima tensión y el choque superó las previsiones. Los padres contagiados, incapaces de fijar nuestros traseros en los asientos y dejándonos la voz para apoyar a nuestros pequeños guerreros, un equipo con un espíritu combativo extraordinario capaz de pelear contra todos los elementos. Y esta vez, hubo muchos elementos.

 El Pintobasket, un equipo muy profundo, con mucha altura y algunos jugadores muy hábiles tanto en el manejo de la pelota como en el lanzamiento, empezó dominando hasta que el tornado morado comenzó a funcionar. Yael se encargó de desatascar los ataques y el resto le siguió certero en ataque y defensa para liderar el encuentro prácticamente hasta el final. Pero cuando la victoria se acariciaba, el partido entró en una nueva dimensión. Los minutos parecían durar más de 60 segundos… Puede ser que en la grada nos resultaran eternos y fuera cosa de nuestra percepción y no de las pilas del cronómetro. Quién sabe...  La realidad fue que una canasta local en la última posesión, que era morada y pasó a ser del rival ante la sorpresa de nuestros chicos, convirtió el resultado final en un empate a 49 que dejó al Juande incrédulo y tambaleante porque se había escapado en el último instante un triunfo vital

Pero eso apenas duró unos segundos. Porque el empate era bueno, permitía a los chicos depender de ellos mismos para ser primeros y, lo más importante, el esfuerzo del equipo estaba muy por encima de ganar o perder: merecían ovación  más allá del resultado que se hubiera conseguido. Y la tuvieron.

El domingo, nuevo esfuerzo ante el único equipo que había tumbado al Juande, el Patrocinio. La victoria significaba ser primeros de grupo, la derrota acabar terceros y afrontar un cruce mucho menos benévolo en octavos.

 El partido, suspendido en su momento por la lluvia, se jugó en el Pabellón Antonio Díaz Miguel, en el barrio madrileño de Tetuán. Coincidía la mañana con el habitual mercado de los domingos que dificulta el acceso y con la Maratón de Madrid que convertía la llegada al partido en poco menos que una odisea.  Lo siguiente fue acceder a la pista, un horno con un ambiente muy húmedo que multiplicaba el peso de cada esfuerzo en los niños. El Juande acabó bañado en sudor y en victoria, sin fuerza para celebrar pero con ganas de hacerlo. 47-24. Partidazo de energía por los poros, con Novak sensacional arriba y abajo, con Carlitos vertiginoso, con Ródenas felino… Todos. Como siempre, todos, equipo, piña, un bloque con distintos niveles de talento y desarrollo físico pero un único espíritu, una fuerza grupal arrolladora en la que la calidad y el esfuerzo se fusionan para que no haya nombres por más que los haya. Versión moderna del cuento de Dumas, aplican el “uno para todos y todos para uno”  como pequeños mosqueteros que combaten por el compañero que tienen junto a él.

El viaje está teniendo paradas hermosas y aún sigue camino de la última estación.  Se llegue o no se llegue, disfrutamos del trayecto. Orgullo de equipo.